Juicio por impago de alquiler: pasos del procedimiento y duración

El juicio por impago de alquiler es uno de los procedimientos más comunes dentro del ámbito civil. Se utiliza cuando un inquilino deja de pagar la renta acordada en un contrato de arrendamiento. Este proceso busca que el propietario recupere tanto el inmueble como las cantidades adeudadas. En este artículo te explicamos cómo funciona, cuáles son sus fases y qué opciones tienen ambas partes.

¿Cuándo se puede iniciar un juicio por impago de alquiler?

El propietario puede iniciar un procedimiento judicial cuando el arrendatario deja de pagar una o varias mensualidades del alquiler. No es necesario esperar a que se acumulen muchas deudas: con un solo impago ya existe causa suficiente para presentar la demanda. Eso sí, debe conservarse el contrato de arrendamiento y cualquier prueba del incumplimiento.

Tipo de procedimiento: juicio verbal o monitorio

El juicio por impago de alquiler se tramita, por regla general, a través de un procedimiento verbal especial de desahucio. Este proceso permite reclamar tanto la recuperación del inmueble como las rentas impagadas en una misma demanda. En algunos casos, si solo se reclaman cantidades y no se pide el desalojo, se puede acudir al proceso monitorio.

Fases del juicio por impago de alquiler

El proceso de desahucio por falta de pago sigue estas etapas:

  1. Requerimiento de pago: Aunque no es obligatorio, es recomendable enviar un burofax reclamando las cantidades antes de demandar.
  2. Presentación de la demanda: El propietario presenta la demanda con asistencia de abogado y procurador, reclamando el desahucio y las deudas acumuladas.
  3. Admisión y decreto de lanzamiento: El juzgado admite la demanda y fija directamente la fecha del juicio y del lanzamiento (desalojo), salvo que el inquilino pague o se oponga.
  4. Notificación al inquilino: Se le concede un plazo de 10 días para pagar, abandonar voluntariamente la vivienda, o presentar oposición.
  5. Vista judicial (si hay oposición): Si el inquilino se opone, se celebra juicio. Si no lo hace, se dicta sentencia sin necesidad de vista.
  6. Lanzamiento: Si el inquilino no ha pagado ni desalojado voluntariamente, el juzgado procede al lanzamiento en la fecha prevista.

¿Qué puede hacer el inquilino para evitar el desahucio?

El arrendatario tiene algunas opciones para frenar el proceso:

  • Pagar la deuda dentro del plazo: En ciertos casos, puede evitar el desahucio si paga todo lo adeudado antes del juicio. Esto se conoce como enervación.
  • Negociar con el arrendador: Llegar a un acuerdo extrajudicial puede evitar costes y plazos judiciales largos.
  • Oponerse si hay causas justificadas: Por ejemplo, si hubo fallos en la notificación o la deuda no es tal.

¿Cuánto tarda un juicio por impago de alquiler?

La duración media varía según la carga del juzgado, pero suele oscilar entre 4 y 8 meses desde la presentación de la demanda hasta el lanzamiento. En algunos casos se puede resolver en menos tiempo si el inquilino no se opone y no hay incidentes.

¿Es obligatorio contar con procurador en un juicio por impago?

Sí. Cuando la demanda incluye el desahucio y la reclamación de rentas, se exige actuar con procurador y abogado. El procurador se encarga de la representación procesal ante el juzgado, gestionando notificaciones, escritos y plazos. Su intervención es clave para que el procedimiento avance sin retrasos ni errores de forma.

Conclusión

El juicio por impago de alquiler es un mecanismo eficaz para proteger los derechos del arrendador, pero requiere preparación jurídica y documentación adecuada. Contar con profesionales especializados es fundamental para tramitarlo con garantías, respetando los derechos de ambas partes y reduciendo los tiempos de resolución.

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